Leer el siguiente resumen acerca de la historia de la teoría
evolutiva y responder el siguiente cuestionario:
1. Según la BIOLOGÍA ¿Qué es una población? ¿Cuáles son las
principales propiedades de las poblaciones biológicas?
2. Investigue el concepto de especie.
¿qué consideran los biólogos como especie? ¿cuáles son sus principales
características?,¿ Podemos decir que una especie es una gran población?
3. ¿A qué define el texto como evolución
biológica? ¿cuáles son los tipos de cambios que se consideran evolutivos? Intentando
entender el concepto de evolución biológica, ¿podrías explicar lo que ocurre en
el gráfico más abajo con la población de ratones, según este concepto?
4. ¿Cuáles fueron los principales problemas a los que se
enfrentaron los científicos para construir la teoría evolutiva? ¿por qué crees
vos que estos problemas sigan existiendo?
5. ¿Quiénes contribuyeron y abrieron el camino a la teoría evolutiva
de la vida? ¿qué ideas aportó cada uno de ellos? Antes de la teoría de la
evolución, ¿qué teorías y/o creencias existían para el origen de los organismos
vivos?
EVOLUCIÓN
La evolución biológica es el conjunto de transformaciones
o cambios a través del tiempo que ha originado la diversidad de formas de vida
que existen sobre la Tierra a partir de un antepasado
común. Hablando en un sentido más específico, la evolución biológica es el cambio
en las propiedades de las poblaciones que trascienden la vida de un simple
organismo. Los cambios en las
poblaciones que son considerados evolutivos son aquellos que son heredables vía
material genético de una generación a la siguiente. Es importante notar que
la evolución biológica hace referencia a las poblaciones y no a los individuos,
además que los cambios deben pasar a la siguiente generación.
HISTORIA DE LA TEORIA EVOLUTIVA
La historia de la teoría de la evolución no es una simple
enumeración de explicaciones científicas. Existe en primer lugar una lucha
entre dos concepciones del mundo. Para algunos, admitir la transformación de
las especies significaba la destrucción de todas sus creencias. Los partidarios
de la lectura de la Biblia al pie de la letra se empeñan, aún hoy en día, en
negar la evolución, y tienen todavía cierto poder para imponer sus ideas en
ciertos países. Hasta llegar a una teoría de la evolución de las especies, como
lo haría Charles Darwin, surgieron muchos enfrentamientos con las concepciones
religiosas de esa época. Por ejemplo:
1.
El primer problema
consistió en la edad de la Tierra, La evolución necesita tiempo, y este era más
bien escaso: menos de 6.000 años según los cristianos.
2.
El segundo problema
era la imposibilidad de cambio de las formas vivas debido a que Dios las había
creado tal y como eran.
3.
El tercer problema
eran las discrepancias surgidas entre lo que la Biblia decía y las observaciones
científicas. Quién discutiera la Biblia se hallaba expuesto a un grave riesgo
social.
4.
El cuarto problema
se solventó fácilmente, ya que consistía en catalogar y clasificar las
diferentes especies existentes.
Probablemente, los personajes que más contribuyeron a solventar
estos problemas son los que veremos a continuación: Buffon, Linneo, Hutton y Lamarck.
Las especies no son estáticas
En el siglo XVIII,
el francés Georges-Louis Leclerc de Buffon (1707-1788) se ubicó entre
los primeros científicos en proponer que las especies podrían sufrir cambios en
el curso del tiempo. Sugirió que, además de las numerosas criaturas producidas
por la creación divina en el comienzo del mundo, "…hay familias menores
concebidas por la Naturaleza y producidas por el Tiempo". Buffon creía que
estos cambios tenían lugar por un proceso de degeneración. De hecho lo resumió,
diciendo: "...el mejoramiento y la degeneración son una misma cosa dado
que ambas implican una alteración en la constitución original".
La hipótesis de Buffon, aunque era
vaga respecto a cómo podían ocurrir los cambios, intentaba explicar la
desconcertante variedad de criaturas del mundo moderno. En 1749, publicó
Historia Natural, General y Particular.
Carl von Linné (1753)
Un sistema de clasificación
La
idea de que cada tipo de ser vivo surgió tal como es en la actualidad -y que
fue creado especial y específicamente- era una idea apremiante en el siglo
XVIII. ¿De qué otro modo podría uno explicar el sorprendente grado en el cual
cada ser vivo estaba adaptado a su ambiente y a su papel en la naturaleza? No
fue solamente la autoridad de la iglesia, sino también, según parecía, la
evidencia ante los propios ojos, la que confería tal fuerza al concepto llamado
"de creación especial".
Entre aquellos que creían en la creación divina estaba Carl
von Linné (1707-1778), el gran naturalista sueco que ideó el sistema
actual de nomenclatura para las especies o clases de organismos. En 1753, Linné
publicó Species Plantarum, que describía en dos volúmenes enciclopédicos cada
especie de planta conocida en esa época.
En el momento en que Linné estaba trabajando en este
proyecto masivo, había exploradores que regresaban a Europa desde África y el
Nuevo Mundo con plantas no descritas previamente y con animales desconocidos, e
incluso aparentemente, con nuevos tipos de seres humanos. Linné revisó su obra
edición tras edición para dar cabida a estos hallazgos, pero no cambió su opinión de que todas las especies
existentes en ese momento habían sido creadas en el sexto día del trabajo de
Dios y que permanecieron fijas desde entonces. Durante la época de Linné, sin
embargo, se hizo claro que el patrón de la creación era mucho más complejo que
el que había sido pensado originalmente.
El sistema de clasificación ideado por Linné, al ordenar
a miles y miles de especies, puso en evidencia ciertas regularidades en la
organización y funcionamiento de los seres vivos. Posteriormente, la
comparación entre los diferentes grupos de organismos permitió considerar que
unos derivaban de otros.
James Hutton (1785)
El uniformitarismo
Fueron
los geólogos, más que los biólogos, quienes prepararon el camino para la teoría
moderna de la evolución. Uno de los que tuvieron mayor influencia fue James
Hutton (1726-1797). Hutton propuso que la Tierra había sido
moldeada, no por hechos repentinos y violentos, sino por procesos lentos y
graduales: el viento, el clima y el fluir del agua, los mismos procesos que
pueden verse en acción en el mundo actual. Esta teoría de Hutton, que fue
conocida como "uniformitarismo". El uniformitarismo fue importante
por tres razones. Primero, implicaba que la Tierra tiene una larga historia, lo
cual era una idea nueva para los europeos del siglo XVIII. Los teólogos
cristianos, contando las generaciones sucesivas desde Adán (como se registra en
la Biblia) habían calculado que la edad máxima de la Tierra era aproximadamente
de seis mil años. Según sabemos, nadie, desde los discípulos de Anaximandro,
(611-547 a.C.) había pensado en términos de un período mayor. Anaximandro
sostenía que la Tierra era infinitamente vieja. Sin embargo, seis
mil años era un tiempo demasiado corto para que hubieran tenido lugar los
principales cambios evolutivos, cualquiera fuese la teoría. Segundo, la teoría
del uniformitarismo afirmaba que el cambio es en sí el curso normal de los
acontecimientos, por oposición a un sistema estático interrumpido por un hecho
ocasional e inusual, como por ejemplo, un terremoto. Tercero, aunque esto nunca
fue dicho expresa y claramente, el uniformitarismo sugirió que podría haber
alternativas a la interpretación literal de la Biblia. Hutton publicó sus
conclusiones en 1785, en su libro Teoría de la Tierra. No pudo estimar
exactamente la edad de nuestro planeta, pero dejó en claro que era muy antiguo.
Jean Baptiste Lamarck (1801)
La herencia de los caracteres adquiridos
El primer científico moderno que elaboró un concepto
sistemático de la evolución fue Jean Baptiste Lamarck (1744-1829), si bien no
fue el primero en poner en duda la idea de que las
especies son fijas y no cambian. Este "naturalista justamente
célebre", como el propio Darwin (1809-1882) lo calificó, propuso
audazmente en 1801 que todas las especies, incluyendo al Homo sapiens,
descienden de otras especies. Lamarck, a diferencia de la mayoría de los otros
zoólogos de su época, estaba particularmente interesado en los organismos
unicelulares y en los invertebrados. Indudablemente, fue su largo estudio de
estas formas de vida lo que lo llevó a considerar a los seres vivos desde el
punto de vista de una complejidad en continuo aumento, y a cada especie como
derivada de una más primitiva y menos compleja.
Como
su contemporáneo George Cuvier (1769-1832) y otros, Lamarck notó que las
rocas más antiguas generalmente contenían fósiles de formas de vida más
simples. A diferencia de Cuvier, que adhería a las ideas
fijistas, Lamarck interpretó estas evidencias como si las formas más
complejas hubiesen surgido de las formas más simples por una suerte de
progresión. De acuerdo con su hipótesis, esta progresión -o evolución, para
usar el término moderno- depende de dos fuerzas principales. La primera es la
"herencia de los caracteres adquiridos". Los órganos en los animales
se hacen más fuertes o más débiles, más o menos importantes, por su uso o su
desuso, y estos cambios, de acuerdo con la propuesta de Lamarck, se transmiten
de los padres a la progenie. Su ejemplo más famoso fue la evolución de la
jirafa.
La
segunda fuerza igualmente importante en el concepto de evolución de Lamarck fue
un principio creador universal, un esfuerzo inconsciente y ascendente en la Scala
Naturae, que impulsaba a cada criatura viva hacia un grado de
complejidad mayor. El camino de cada ameba conducía hacia el hombre. Algunos
organismos podían quedar apartados; el orangután, por ejemplo, había sido
desviado de su curso al ser atrapado por un ambiente desfavorable, pero la
"voluntad" estaba siempre presente. La vida en sus formas más simples
estaba surgiendo continuamente por un proceso
de generación espontánea, para llenar el vacío dejado en el fondo de
la escala. En la formulación de Lamarck, la escala natural de Aristóteles
(384-322 a.C.) se había transformado en lo que hoy describiríamos cono una
suerte de escalera mecánica, que ascendía constantemente impulsada por una
voluntad universal.
Los
contemporáneos de Lamarck no objetaron sus ideas acerca de la herencia de los
caracteres adquiridos, que nosotros, con nuestro conocimiento actual de la
genética, sabemos que es falsa. Tampoco criticaron su creencia en una fuerza
metafísica que, de hecho, era un elemento común en muchos de los conceptos de
la época. Pero estos postulados vagos, no comprobables, suministraban un
fundamento muy poco firme para la propuesta radical de que las formas más
complejas evolucionaban a partir de formas más simples. Además, Lamarck
personalmente no era un contrincante adecuado para el brillante e ingenioso
Cuvier, quien atacó implacablemente sus ideas. Como resultado de ello, la
carrera de Lamarck quedó arruinada y tanto los científicos como el público
quedaron aun menos preparados para aceptar cualquier doctrina evolutiva.
TRABAJO PRACTICO Nº3
CONSIGNAS:
- Lea el siguiente texto acerca de la teoría de la evolución de Darwin para el próximo miércoles 10 de agosto.
- Anote en su carpeta los conceptos que no entienda para discutirlos durante la clase del miércoles.
- Resuma de cada título las ideas principales y los conceptos mas importantes.
DARWIN Y SU TEORIA DE LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES
La teoría de Jean-Baptiste Lamarck
La teoría de la evolución más estructurada de la época la elaboró este colaborador de Buffon y también profesor del Museo de Historia Natural. En el año 1800 pronuncia una conferencia inaugural en la que expone una teoría coherente sobre la transformación. Admite la existencia de una evolución de las especies y trata de darle una explicación racional. La idea central es que dicha evolución es obra de la naturaleza, que se vale de infinitos recursos para producir especies; entre ellos dos son los más importantes: el tiempo y las condiciones favorables.
Según Lamarck, existe en la naturaleza una gradación sutil, que
va de los animales más simples a los mamíferos y al ser humano. Sin embargo,
dentro de cada grupo, las especies no siguen esta gradación, sino que se
diversifican porque las influencias del medio provocan otras transformaciones.
De este modo, Lamarck sitúa la evolución al margen del creacionismo y al nivel
del propio individuo. Dios va a pasar a ser, según él, el creador de la
naturaleza, la cual producirá los seres vivos.
Al aceptar la noción de Buffon de la gran edad del mundo, dedujo
que las condiciones que la superficie terrestre debían haber sufridos grandes
cambios, de modo que los seres vivos hubieron de adaptarse a ellas. En su
opinión, lo hicieron aprendiendo y luchando, tratando siempre de adaptarse, y,
mientras tanto, alterando su forma y su comportamiento. El clásico ejemplo
aducido para ilustrar la idea de Lamarck es el del alargamiento del cuello de la
jirafa: por estirar una y otra vez el cuello para llegar mejor al alimento,
consigue tener vértebras más largas. Todos los cambios útiles que la jirafa
conquistó durante su vida, aparecieron en su descendencia, volviendo a ocurrir
con esta la propio. Actualmente, esto se conoce con el nombre de teoría de los
caracteres adquiridos. Del mismo modo, la desaparición de órganos se
justificaba con el fracaso de usarlos, como el pez ciego que habita en cavernas
tenebrosas.
Aunque la teoría lamarckiana no resistió el avance de nuevos
conocimien-tos, contribuyó de manera importante a la gradual aceptación de la
evolución biológica.
DARWIN
Y LA SELECCIÓN NATURAL
Darwin resume el
argumento central de la teoría de la evolución por medio de la selección
natural de la manera siguiente:
"Dado que se producen más individuos de los que pueden sobrevivir,
tiene que haber en cada caso una lucha por la existencia, ya sea de un
individuo con otro de su misma especie o con individuos de diferentes especies,
ya sea con las condiciones físicas de la vida (...). Viendo que indudablemente
se han presentado variaciones útiles al hombre, ¿puede acaso dudarse de que de
la misma manera aparezcan otras que sean útiles a los organismos vivos, en su
grande y compleja batalla por la vida, en el transcurso de las generaciones?
Recordemos que nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, y que
los individuos que tienen más ventaja, por ligera que sea, sobre otros tendrán
más probabilidades de sobrevivir y reproducir su especie. Y al contrario,
podemos estar seguros de que toda la variación perjudicial, por poco que lo
sea, será rigurosamente eliminada. Esta conservación de las diferencias y
variaciones favorables de los individuos y la destrucción de las que son
perjudiciales es lo que yo he llamado selección natural."
La explicación
darwinista de la evolución de los organismos por medio de la selección natural
es extremadamente simple, al mismo tiempo que poderosa. Pero, ¿cuál fue la
acogida que tuvo la publicación de su libro?
La primera edición de
su libro, de 1.250 ejemplares, se agotó el mismo día. Su título completo fue "On
the Origin of Species by Means of Natural Selection or the Preservation of
Favoured races in the Struggle for Life" (Sobre el origen de las
especies mediante la selección natural o la conservación de las razas
privilegiadas en la lucha por la vida). Desde el instante de la publicación,
Darwin se encontró en el centro de la controversia social, eclesiástica,
política y científica. Algunos científicos le apoyaron, pero la mayoría le
combatieron.
De entre quienes le
defendieron destaca Thomas H. Huxley . Se dice que cuando leyó el Origen
se reprochaba a sí mismo su estupidez por no haber pensado él mismo en ello.
Decidió que Darwin, jamás dispuesto a defenderse, necesitaba que le protegieran,
sobre todo de Richard Owen, anatomista experto, el cual publicó ensayos largos
críticos con el Origen.
LOS VIAJES EN EL BEAGLE
¿ Cuál será la
fuente de inspiración de Darwin ? A
buen seguro que el viaje en el H.M.S. Beagle significó mucho para él. Zarpó de
Gran Bretaña en diciembre de 1831. Se había previsto que el viaje durase dos
años, pero tardó cinco en volver. Arribó en octubre de 1836.
Se trataba de una expedición cartográfica que Darwin,
como invitado, aprovechó para descubrir un mundo nuevo, el tropical: se
maravilla ante la sucesión de paisajes, estudia las diferentes especies de
animales y plantas en su geografía y observa la variedad de razas humanas.
El barco estaba al
mando del capitán Robert Fitzroy, que acogió a Darwin en él por recomendación
del botánico John S. Henslow, que simpatizaba con el joven Charles. Durante
cinco años, Darwin hubo de escuchar las opiniones de Fitzroy, conservadoras y
creacionistas hasta el extremo, sin pestañear. Stephen Jay Gould dice que las opiniones
del capitán habrían sido un acicate para que Darwin elaborara una teoría
opuesta.
Siempre que le era
posible, desembarcaba para hacer observaciones y recoger ejemplares. Alquiló
caballos y guías, acampó en el interior, trepó montañas y alquiló viviendas
durante semanas, mientras Fitzroy se ocupaba en recorrer el continente y
remontar ríos.
De vez en cuando
enviaba a Henslow cajas de especímenes, y este lo enseñaba a sus colegas. Un
hallazgo de Darwin (el cráneo fósil de un megaterio, enorme antecesor extinto
del perezoso gigante de Sudamérica, también extinto) produjo sensación cuando
Henslow lo presentó en una exposición de la British Assotiation for the
Advancement of Science. Leyó, además, extractos de muchas de las largas cartas
de Darwin en sesiones de la Philosophical Society, con el resultado de que, sin
saberlo, el joven naturalista se convertía en Inglaterra en científico
respetable.
Es difícil decir cuáles fueron los datos más importantes
para Darwin. Su argumentación toma nociones de todas las disciplinas
científicas de la época. Pero no cabe duda de que sus observaciones en las
Islas Galápagos han desempeñado un papel importante en la elaboración de su
modelo de los mecanismos de transformación de las especies.
Cuando llega a la
Isla de San Cristóbal se fija especialmente en las tortugas y los pinzones.
Estas aves, como resolverá una vez llega a Inglaterra con la ayuda del
ornitólogo John Gould, constan de catorce especies en las islas, todas
semejantes a las del continente, pero con fisonomías y hábitos diferentes.
El vicegobernador, M.
Lawson, señala a Darwin un hecho que será muy importante: cada especie procede
de una isla diferente. Pensó que todas estas especies era como si estuvieran
emparentadas entre sí con un antepasado común, y hubiesen cambiado su
apariencia física para explotar con mayor eficacia la variedad de recursos
alimentarios de las islas. Escribió: "Cabe imaginar que, a partir de la
escasez de aves de este archipiélago, se aprovechó una especie con fines
diversos". Así pues, las catorce especies de pinzones de las Galápagos se
han transformado a partir de una especie llegada del continente, que se había
difundido por las islas. En cada isla, las aves habrían experimentado
transformaciones propias en función de los problemas particulares hallados.
A Darwin le
intrigaban mucho las singularidades de la distribución geográfica:
¿Por qué lo que
vivía al este de los Andes era tan diferente que los que vivía al otro lado?
¿Por qué los
animales sudamericanos diferían tanto de los norteamericanos?
¿Por qué los
animales del extremo norte eran tan similares en todos los continentes?
¿Por qué no había
mamíferos en las Galápagos, salvo una pequeña especie de ratita?
¿Por qué en aquel
archipiélago todas las especies resultaban tan peregrinas, incluidas las
plantas?
¿Por qué albergaba
una sola especie de halcón, de paloma, de pájaro nocturno y de serpiente?
El problema de la
distribución surgió de nuevo al arribar a Nueva Zelanda. Aquí se revelaba un
extravagante ecosistema aviar. Los nichos que hubieran correspondido a
infinidad de mamíferos, desde las marmotas hasta los antílopes, estaban
ocupados por un despliegue inverosímil de aves no voladoras o, más
precisamente, lo habían estado, porque los cazadores maoríes casi las habían
exterminado antes de que llegara Darwin. Los fósiles probaban que en otro tiempo
habían predominado en la isla. Iban de los moas gigantes, dos veces más grandes
que los avestruces, y que ponían huevos del grosor de una pelota de baloncesto,
a una multitud de pájaros menores, como el kiwi, del tamaño de una gallina y
uno de los pocos supervivientes de esta fauna, ya que actualmente vive alejado
de los asentamientos humanos, como inconspicuo y huidizo hijo de la noche.
En Australia, sin
embargo, sí que había una plétora de mamíferos, aunque de índole diferente a
los europeos, asiáticos y africanos. Casi todos eran marsupiales, como los
canguros que ocupaban el nicho de los herbívoros. Pero también existían otros
que ocupaban los lugares de conejos, lobos, puerco espines, monos, etc.
Tras estos y otros
muchos datos, Darwin vino a pensar algo parecido a lo que sigue: si se tiene
en cuenta el parentesco de la totalidad de los animales del mundo, cómo forman
grupos, cómo se distribuyen geográficamente y cómo varían, aunque sea poco, de
un sitio a otro, se hace muy difícil concebirlos como especies fijas.
Durante los años 1837
y 1838, Darwin se enfrentó al llamado problema de la dilución. Era
sabido si se aparea un animal muy diferente de sus congéneres con otro, y luego
con otro la descendencia, y así sucesivamente, la variabilidad tan grande
inicialmente acaba desapareciendo. Comprendió que había fuerzas muy poderosas
para conservar las especies, como el hecho de la descendencia estéril de dos
especies diferentes (como el caballo con los asnos). También se dio cuenta de
que los animales débiles o deformes no sobrevivían: los enemigo y el hambre
efectuaban una constante elección diezmadora de los incapaces, lo que confinaba
a las especies a la regularidad. Sin embargo, en su mente seguía viendo toda
aquella variabilidad que había observado en su viaje.
Fue en esta época
cuando leyó el trabajo de Malthus
, y en fecha muy posterior lo acreditó como una de sus revelaciones:
"... me inspiró de pronto que ... se tendería a conservar las variaciones
conservadoras, y a destruir las que no lo fuesen. De ello resultaría la
formación de nuevas especies". Para otros la doctrina malthusiana era la
única manera de mantener una especia apta e inmutada; Darwin lo vio a la
inversa: habiendo variación entre los individuos, ?no habría unos más aptos y
más capaces de sobrevivir?
En estas circunstancias, ya podía explicar la diversidad
de los pinzones y tortugas de las Galápagos. El
archipiélago era de origen volcánico y surgió del fondo marino. Cuanto llegó a
las islas procedía de otros parajes. Si cada invasor era una pizca diferente de
sus compañeros en el continente y en las demás islas (y no hay dos individuos
idénticos en las especies animales superiores) se entiende que las diferentes
sucesiones de tortugas y pinzones, al multiplicarse, intensificarían sus
diferencias y tendrían rasgos característicos propios. Aquellos se había
realizado durante millares de años, y cada isla albergó una especie diferente
de tortuga y pinzón cuando Darwin llegó.
El pensamiento de
Darwin no discurrió linealmente. Fue consecuencia de un entretejido de
observaciones y conclusiones, que hubo de organizar antes de que se resolvieran
en teoría. Ernst Mayr, en su libro "The Growth of the Biological
Thought" (El desarrollo del pensamiento biológico) resume mejor que nadie
en cinco observaciones y tres inferencias la labor de Darwin:
Observación número
1. Las especies gozan de gran potencial
de fecundidad, dato que él ya había observado y que Malthus le recordó.
Observación número
2. Las poblaciones tienden a conservar
sus proporciones. La inmensa mayoría de las poblaciones son estables.
Observación número
3. Los recursos alimentarios tienen
límites y se mantienen casi siempre bastante regulares.
De estas tres
observaciones Darwin infirió que en un medio ambiente de recursos alimentarios
estables y con proliferación excesiva de los individuos, estos se enfrentarán a
la lucha por sobrevivir.
Observación número
4. No hay dos individuos idénticos. La
variabilidad es universal.
Este hecho puede ser
ilustrado con el caso de la
mariquita asiática
Observación número
5. Gran parte de la variación se hereda.
La segunda inferencia de Darwin concluye que en un mundo
de poblaciones estables, en el que los individuo han de luchar para sobrevivir,
sólo tienen posibilidad de hacerlo los que tienen mejores características, que
sus cría probablemente heredarán. Esta desigual proporción de supervivencia es
la selección natural.
De aquí Darwin
infirió, al final, que el proceso de selección natural, si se cumple con
intensidad suficiente y durante bastante tiempo, acarrea al cabo cambios muy
perceptibles en una población y culmina en la aparición de una nueva especie.
Tras todo este corpus
de ideas y conclusiones perfectamente argumenta-das, cabe imaginar a Darwin
presto a publicarlas. Sin embargo, lo que sucedió fue muy distinto. Hacia 1839
y 1840 había llenado varios cuadernos. En 1842 los organizó y escribió un corto
ensayo que bosquejaba su teoría. En 1844 redactó otro más extenso. Pero no
publicó ninguno: le sobraban ejemplos para concluir que hablar de evolución en
su sociedad y verse relegado a la repudia estaban íntimamente unidos.
Así, en 1844 Darwin
se desvió del asunto y comenzó a estudiar algo menos comprometido, como eran
las lapas, durante ocho años. El resultado fue una obra de cuatro tomos que aún
hoy es un hito científico. Aún así, según Stephen Jay Gould, Darwin siempre
lograba relacionar el asunto que trataba, por muy distante que pareciera, con
el motor de su vida: la Evolución.
0 comentarios:
Publicar un comentario